Durante mi ausencia y silencio en el blog algo ha cambiado. No sólo se han ido las nubes y ha llegado el deseado sol y la magnífica primavera, también con ella, ha llegado la esperanza en forma de pequeñas señales que nos invitan a soñar…
En el viaje a Roma, paseando por el mirador del Monumento a Garibaldi, tropecé con una farola que lucía una maravillosa pegatina. (os prometo que no fui yo quién la puso ahí y que mi emoción al verla fue mayor que la que sentí al contemplar la Piedad de Miguel Ángel)
El viernes pasado, al ver la portada del Extremadura:
El Ministerio de Medio Ambiente frena la tramitación de la Refinería Balboa
También me emocioné. Creo que es la primera vez que sonrío al ver la portada de este periódico. Sé que hay que ser prudente, que esto todavía puede ser una estratagema del Ministerio para cubrirse las espaldas y decir que está pidiendo todos los requisitos y bla, bla… pero son muchos años y esto sin duda es una estupenda noticia.
Y para finalizar, el viernes por la noche, viendo los premios de la música y a estos maravillosos chicos de Vetusta Morla, pues de nuevo la emoción a flor de piel y el vello de punta. Gracias, gracias, muchas gracias por hacer lo que nadie se ha atrevido a hacer en Extremadura, por implicaros, por ser nuestra voz, por decirlo clarito, de nuevo, muchísimas gracias y por supuesto REFINERÍA NO.
3 comentarios:
¡Que emocionante! ¡que emocionante! Besos, Mamen.
Que muchacha esta, lo de buena gente atrae lo bueno, mira que roma es grande, pos ná, la churretina se encuentra en el epicentro
Y es que el mundo es un pañuelo. Hoy mismo pongo tu blog como que lo sigo y to eso, que ya es hora y lo voy dejando, dejando...
En Roma precisamente me encontré en una noche y por una calleja cerca de vía Garibaldi, a dos paisanas que me dijeron buenas noches como lo más nomal del mundo en esa hora y allí..., y yo les dije adios...
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